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Es la hora de ganar…

Daniel Ortíz — Wed, 24 Nov 2010 13:25:46 +0000

Cuando hace quince días se obtuvo un triunfazo en el Sur, esos partidos difíciles que definen campeonatos, fue la ratificación de la levantada que veníamos pidiendo tiempo atrás cuando de visitante costaban los tres puntos. Porque de local El Fortín es imbatible y lo demostró una vez más a la semana de aquel cotejo. La ruleta nos depositaba luego en La Plata ante uno de los más necesitados y deshauciados; los famosos partidos “ganables”. Pero esto es fútbol, la dinámica de lo impensado y todo puede suceder (algún Prócer dejó el sello de la frase “No hay que contar los pollos antes de que nazcan”). Solo Barcelona gana todos los partidos que juega; el resto son todos mortales y no siempre se puede ganar. El empate que nos birló dos puntos claves, al cabo, dolió por la instancia decisiva del torneo y por la mencionada debilidad del adversario. Y muy pronto acaso, desde algunos sectores empezaron a arraciar las críticas producto del desencanto.

Demasiado apresurado creemos; este Plantel y Cuerpo Técnico ya dieron sobradas pruebas de entereza y de saber como sobreponerse a estas situaciones. No es la primera vez que hay que remarla. Cuatro fechas es poco y es mucho al mismo tiempo, todavía queda mucha agua para recorrer bajo el puente y el spring final lo aprovechará quien se equivoque menos. Fé y confianza abundan en nuestros jugadores y en el Pueblo Fortinero que abarrota donde luzca la Gloriosa “V” Azulada.

Los imponderables también jugaron. Somoza venía de ser figura y quedó afuera por una descomposición, el tridente ofensivo y letal tuvo una semana de trabajos diferenciados y se notó, y para colmo de males la lesión de Papa trajó más problemas de los que se pensaban. Acostumbrados a que Emiliano nunca falte, a que surque el lateral como un rayo, a que sea una variante ofensiva que sorprenda, su ausencia en las fechas decisivas será un interrogante crucial a resolver por Gareca al no tener en este puesto un reemplazante natural que esté listo para salir a escena. Hay tiempo de preparación hasta el próximo compromiso. Tiempo de probar, de ver, de resolver, de recuperar, de retemplar el espíritu, de volver a ser el equipazo que sabemos que tenemos. Es la hora, es la hora, es la hora de ganar…

Entre la mezquinidad y la impotencia

Daniel Ortíz — Mon, 25 Oct 2010 16:03:41 +0000

Era el partido más esperado por todos. Por propios y ajenos. Era el choque entre los dos mejores y una especie de pulseada para dirimir en la mitad del campeonato quien sobresale sobre el resto. Nos jugábamos la chance inmejorable de empardar la cima y encarar el tramo final con el aura ideal. Pero contrariamente al partido golpe por golpe que imaginaban todos, nos encontramos con un adversario mezquino, ávaro, amarrete, que se colgó del travesaño como un equipo chico.

Disfrazado de planteo inteligente, el actual puntero desnudó sus limitaciones de una manera bochornosa. He aquí donde empieza a jugar lo que más nos interesa a los Fortineros, que es precisamente lo propio. Una vez más no se pudo ganar un partido clave como ya sucedió otras veces durante este año. La impotencia de no saber descerrajar el golpe de un oponente que se refugia. Dá bronca que justo este rival nos meta esta telaraña que no pudimos ni supimos descifrar.

No se animó Gareca a quemar las naves antes, a arriesgar otro poco en ofensiva, quizá por el lógico temor de quedarse sin nada en alguna contra aislada. Sin dudas que la ausencia de Moralez resultó de suma importancia en el desarrollo; sin sus destellos se hace complicado la generación de juego para que las dos fieras de adelante hagan lo suyo. Entonces, pues, al márgen de lo impresentable del rival, un punto a observar rápidamente es que hay que agotar los recursos para ganar los partidos que hay que ganar. Por más que parezca un juego de palabras, es la clave que nos llevará a la gloria que todos deseamos.

El sábado hay otra prueba de fuego (en realidad todas las serán de aquí hasta el final). Una cancha que últimamente nos viene resultando esquiva, es el próximo escollo que se deberá sortear con éxito si no queremos alejarnos del ruido. Faltan muchos puntos en juego y solo estamos a tres. Todo puede pasar. La fé sigue intacta, aunque es bueno a veces mirar para adentro y encontrar respuestas ahí mismo.

Con ese fútbol loco

Daniel Ortíz — Mon, 18 Oct 2010 03:40:55 +0000

Después de los seis goles de hace una semana empezaron a llover las conjeturas. Ante tamaña panzada de fútbol ante los santafesinos, inmediatamente saltó la ficha de la deuda pendiente: si se puede brillar de esa manera como local por que no hacerlo también de visitante. Aquella goleada fue un regalo a las retinas, un canto al fútbol propiamente dicho, la confirmación de que cuando este equipo se lo propone puede ser demoledor.

Pues bien, la última presentación como visita era una nueva prueba de fuego para ratificar las aspiraciones ya que de no mediar una victoria el transitorio líder se iba a escapar con una diferencia considerable. Entonces el compromiso de un Plantel que quiere más gloria y la demostración neta de actitud, de solidaridad, de liderazgo, de solvencia. Con una estructura sólida e individualidades que están en el candelero. Imposible obviar a los goleadores del campeonato, Silva y Martínez son nuestros, los disfruta el Pueblo Fortinero y ellos se encargan de coronar en alegrías lo que generan todos. Desde Barovero que aparece para bajar la cortina, pasando por Domínguez que impone ser caudillo con toda distinción, con un Zapata que conmueve ordenando, mandando y quitando, con escala en la magia siempre vigente de Moralez para manejar los hilos como un titiritero. Toque y vá, rotación, impronta, movimientos, coordinación. Fútbol loco, ese que vos tenés. De la mano de un “Tigre” más introspectivo que nunca. Tenemos la misma sensación del inicio del torneo, esa que nos daba ese halo de invulnerabilidad, que luego cayó en un tobogán pero que ahora parece haber vuelto, esperemos para no irse más…

Llegó un momento clave en las aspiraciones por más que aún quede camino por recorrer y puntos por disputar. El viernes vamos en el mano con el puntero y tenemos la chance inmejorable de cantar parda. Otra vez no queda otra que ganar para no quedar rezagados. Ganar y ganar es la cuestión, la única fórmula de solidificar el sueño de todos. Ya van dos derrotas en el trayecto y un campeón no admite muchas más según nos muestran las estadísticas. Final anticipada suena a frase hecha pero es la realidad más pura. Mucho se define en este pleito. A confiar en el Fútbol Loco, entonces. Para que Liniers siga de fiesta en este 2010. Ya las cartas están echadas y conseguir nivelar la punta será fundamental para encarar la recta final con un poderío que nacerá desde lo anímico. En Casa tenemos/debemos ser el de siempre. Que así sea.

Síndrome visitante

Daniel Ortíz — Wed, 06 Oct 2010 03:41:26 +0000

Con la mente puesta en el domingo. Así está hoy el Plantel y Cuerpo Técnico y así también nos mentalizamos nosotros los hinchas. No queda otra que mirar hacia adelante. Cuando parece que nos envalentonamos, que nos elevamos en actitud y juego, volvemos inesperadamente otra vez a foja cero y vuelta a empezar a remar. Y ya son cinco las unidades que nos separan de un puntero muy sólido y al que debemos enfrentar en algunas fechas. Pero como el siguiente paso siempre es el próximo y no hay que mirar más allá, es que debemos pensar exclusivamente en el choque ante los santafesinos.

Bien de local, sólidos, haciéndonos respetar y temer. Acá lo que mortifica es el maldito síndrome de jugar de visitante, el cambio es radical, el rendimiento entra en un tobogán decreciente que preocupa. Caen los rendimientos individuales y por ende el colectivo, se pone endeble el aura, siempre se hace una de más y pocas veces se concreta. Ya casi es una quimera el grito sagrado de gol en rodeo ajeno. Y así no se puede ratificar esas aspiraciones que tenemos, que merecemos y que estamos convencidos de que se puede lograr. Ardua tarea la de Gareca y compañía para retemplar el ánimo, para ajustar clavijas, para encontrar los reemplazantes ideales de lesionados y suspendidos, para volver a dar en la tecla en los cambios durante los partidos, como lo hizo en aquel ‘09 que nos vio en la gloria y que encontraron muchos puntos venidos desde la banca.

El sindrome visitante necesita una cura urgente, imperiosa. Es la única manera de acceder a la pelea concreta, sin tapujos. Es el karma que hace falta ser resuelto casi como un crucigrama. Confiemos en la capacidad de estos jugadores, sobra jerarquía en ellos como para darse cuenta que hay algo está mal, dentro de todo lo bien que hacen. Es apenas la mitad del camino, pero si no se endereza a tiempo puede ser demasiado tarde. El domingo -quedó dicho- hay que ratificar lo positivo en casa para fortificar la coraza y luego salir en la búsqueda de puntos en terrenos foráneos. Es la hora, es la hora…

Freno de mano

Daniel Ortíz — Tue, 21 Sep 2010 16:07:44 +0000

Caló hondo la tempranera y repentina elimación de la Copa. Esta Sudamericana que aún falta en nuestras abultadas vitrinas y que nuevamente nos fue esquiva demasiado temprano. Todas las energías puestas, entonces, en un Torneo Apertura que nos recibió como favoritos, como candidatos, con todas las loas del mundo del fútbol. Y que embaló a un Pueblo Fortinero ávido de más gloria. Pues bien, los dos últimos empates en cero fueron algo así como un freno de mano a semejante arranque y nos hizo bajar de la punta que ahora nos queda a una unidad del innombrable e indeseable. De todos modos la realidad indica de que no siempre se puede ganar, que los rivales nos juegan distinto al resto (y más motivados) ya que consideran al equipo de Gareca como el mejor. Por eso cuando se hace dificultoso conseguir los tres puntos, el paso siguiente es abrochar uno. El final del campeonato dirá si finalmente sirvió dicha unidad en determinado encuentro.

Otra realidad concreta es la mala racha en cuanto a los lesionados y el saber a ciencia cierta de que el plantel se achicó considerablemente con respecto al semestre anterior. Por eso el Tigre debe apelar al rompecabezas para definir la estructura y, por ende, el andamiaje no puede ser el mismo porque los actores interpretan distintas funciones a los lastimados. Entonces en Sarandí tuvieron que intentar complementarse Somoza y Razzotti y no hubo un nexo con los tres delanteros que por más que bajaran a hacerse de la pelota, siempre la recibían sucia y tardaban más en posicionarse de cara al gol. Quizá Martínez es el que sentía mejor el rol del traslado y mostró sus conocidas virtudes, pero es evidente que el estar sin su socio Moralez (como repercute su ausencia) lo hace hacer horas extras que al final lo termina desgastando. Mención aparte para la notable tarea de Barovero, ratificando que los arqueros también ganan partidos, ya que sus tres intervenciones notables que impidieron la caída del arco resultaron vitales para no tener que dar vuelta un resultado en un escenario incómodo.

El viernes se viene un partido a priori accesible pero todos sabemos que nunca se gana antes de jugar por lo que no hay que subestimar a nadie. Esperemos que los lesionados estén a la orden del cuerpo técnico y poco a poco la columna vertebral retorne a las pistas. Y que el freno de mano se desactive para volver a la victoria. De local debemos ser imbatibles y luego sí empezar a hacerse efectivos fuera de casa para acrecentar las chances de manera más firme. Que así sea.

La virginidad al palo

Daniel Ortíz — Mon, 13 Sep 2010 04:34:34 +0000

Finalmente el fútbol quedó en segundo plano. Primero en la faz meramente literal: un oprobio generalizado, inmirable para ojos imparciales, y en lo que a nosotros respecta fue un conformismo con la igualdad pero propuesta por el adversario. El viejo axioma de que cuando no podés ganar tampoco hay que perder, se cumplió al pié de la letra y todo terminó en tablas. No se perdió la cima aunque ahora estamos todos más apretados y el próximo sábado en Sarandí es una buena oportunidad para intentar despegar otra vez. Sin perder de vista, claro, el otro objetivo que es la Copa y que hay que ir a Banfield con toda la autoridad a dar vuelta un resultado desfavorable.
Y quedó también en segundo plano por la verguenza del final, porque el folclore del fútbol ( a veces se padece, otras se goza ) fue malentendido por el pobre adversario que evidentemente reniega de lo que son y se enfurecen ante las evidencias. Más grave aún fue la pasividad policial, lo más parecido a una entregada es pura ¿ coincidencia ?. Puertas que se abren, retenes que no son tales, encerronas a la gente fortinera que se retiraba de ese intento de cancha. Represión, gases, piedras, caos. Provocaciones que habían empezado temprano con paraavalanchas engrasados y demoras en los accesos. Enemigos por todos lados, en definitiva. Y una Familia Fortinera/Banda Velezana/Pandilla que se protegen y se cuidan entre todos, como debe ser. Y como dice el cantito, nadie la puede correr. Menos mal que no les interesamos y no nos quieren como clásico (afortunadamente, hablaría mal de nuestra grandeza).
La virginidad al palo en su máxima expresión. No tenemos la culpa de que transiten una vida agria, gris, sin alegrías. Que la “V” Azulada siga flameando triunfal, es lo único que nos preocupa. Nos fuimos con un 0 a 0 opaco y con una demostración de solvencia… en la tribuna.

Sólo una cuestión de actitud

Juan — Tue, 07 Sep 2010 16:43:34 +0000

Era indispensable, vital, crucial, la recuperación luego de haber arrancado una semana gris. Que había comenzado una semana atrás en la Boca con una actuación para el olvido y con la bronca de que siempre pasa lo mismo cuando hay que visitar el barrio del mal olor. Que continuó con un paso en falso por la Copa en el primer partido de la llave y que ahora sí hacían encender las alertas. ¿Cómo podía ser que el equipazo que nos hacía sentir invencibles y que era el centro de elogio de todo el mundillo futbolero, haya caído en un tobogán tan abrupto?. Claro, en el fútbol se gana y se pierde, pero la manera de caer es lo que nos llamó la atención a todos los que creemos que Nuestro Fortín es el más completo de todos para encender la ilusión y el anhelo de gloria.

Por eso la cuestión de actitud para avasallar al equipo del embustero llorón, ese mismo al que dejamos en descenso directo para prolongarles la agonía. El cambio de mentalidad fue fundamental, seguramente hubo un compromiso a fuego entre jugadores y Cuerpo Técnico de que esta era la inmerojable oportunidad para el despegue. Era triunfo y punta otra vez, al cabo. Y así fue nomás, con un resultado que pudo/debió ser más amplio, con actuaciones superlativas en lo individual y armonía en el conjunto. Si tenemos a este Tanque Silva endemoniado siempre jugamos con uno más, si el Burrito Martínez es el socio ideal y cada día juega mejor, las chances de lastimar se acrecientan y ahí Vélez hace la difrencia. Pulgar para arriba para Bella que no le pesó ir de entrada en una parada brava, veremos si conformó a Gareca como para ganarse el puesto o se le respetará el mismo a Fernández que viene con un nivel en declive. Lástima la baja de Somoza, pero a la par también está un pulpo como Razzotti que hará que no sienta aquella ausencia.
El sábado visitamos al indeseable y es otra prueba de fuego, como todas lo serán. Si la actitud se mantiene como se debe no debiera haber problemas; juego es lo que sobra. Aliento también. Por eso vamos a copar el Bajo como siempre para que la cima siga teniendo forma de “V”.

A fuego lento

Juan — Wed, 25 Aug 2010 10:18:59 +0000

Tres partidos al hilo con la misma cantidad de triunfos invitan al soñar

Tres partidos al hilo con la misma cantidad de triunfos invitan al soñar, que duda cabe. Y encima con categoría, con fundamentos, con autoridad, con inteligencia. Con eficiencia también, que no es lo mismo que eficacia ya que de ser así debimos terminar con más goles a favor y no sufrir más de la cuenta. A fuego lento la maquinaria del Tigre empezó a transitar un camino esperanzador que enciende la ilusión del Pueblo Fortinero. Y vamos otra vez por el intento de la doble corona; hay material, convencimiento y compromiso para apuntar a ello.

Todos los actores son importantes en sus funciones, cada uno cumple su rol al pié de la letra y las órdenes de Gareca se cumplen a rajatablas. Es por eso que practicamente no hay puntos débiles y en un equipo que se quiere consagrar es fundamental que así sea. En la punta de la pirámide, sin dudas, Moralez y Martínez son los titiriteros que juegan y hacen jugar, que deslumbran, que regalan fútbol por doquier. Y apuntalan el tanque que es Silva, que la mete, la mete y la mete y es el arma de destrucción masiva de El Fortín (además de ser el mejor festejador de goles que se recuerde). El entendimiento de Somoza y Zapata es el más pronunciado desde que juegan juntos, ya superaron viejos desacoples en la mitad y son la columna vertebral para sostener el andamiaje. Papa es una flecha por el andarivel izquierdo y una alternativa de ataque vital e inesperada ( o no tanto…). Y es altamente positivo y alentador como engranó Fernández con sus nuevos compañeros, como si hubieran jugado siempre juntos; se entiende con la mirada con el resto, algo que solo pueden hacer los que saben. Ya sabemos que el Gran Poroto es puro oficio y es un Cubero de personalidad indestructible, y que Domínguez está dejando atrás un semestre de flojas actuaciones y poco a poco está volviendo a ser el caudillo del Campeón ‘09. Bienvenida para las arcas la venta de Otamendi pero lo vamos a extrañar mucho en la seguridad defensiva. A confiar en Tobio y a ver como se acopla Ortiz con toda su experiencia a cuestas. Sobran variantes con Cristaldo, Alvarez y Díaz como los primeros al pié del cañón, más atrás también asoma Bella y el resto de los pibes que van a ir pidiendo pista. Y en el arco, aún con diferencias en los estilos, tanto Montoya como Barovero mantienen un nivel similar que hace dudar al Cuerpo Técnico sobre la titularidad.

A fuego lento se cocina lo que esperemos sea la gloria que tanto anhelamos. Prueba difícil el domingo ante un rival herido y ahí volverá a requerirse la jerarquía que sabemos que abunda. Que sigamos de fiesta, que sigamos en ganador…

Daniel Ortíz

Sensaciones

Daniel Ortíz — Fri, 07 May 2010 17:55:34 +0000

¿ Cómo analizar, pensar, observar, trasmitir, si todo razonamiento está tapado y empantanado por el dolor del alma ?. ¿ Cómo seguir transitando el camino si la ilusión centenaria, el Gran objetivo, la esperanza de un pueblo, se derrumbó injustamente ante la especulación obscena de unos ignotos mexicanos ?. ¿ Cómo decirle a aquel que aún lo invade la rabia que, siempre según esta visión, este plantel dejó hasta la última gota de sudor aunque manchada por errores groseros que no se pueden admitir ?. Preguntas miles, respuestas no tantas. Por cada rincón del país fortinero hay pensamientos distintos, variados, disímiles; lo importante es escucharnos entre todos con respeto para tratar de llegar a alguna conclusión. Están los lapidarios, los que quieren ver rodar cabezas ya mismo, los que salen a una “caza de brujas”. Están los agradecidos por el último esfuerzo, por la entrega final, por caer con el pecho inflado y nó con la cola entre las piernas. Y claro, también andan por ahí los que transitan por el medio de ambas posturas. Ni una cosa ni la otra, ni meter a todos los protagonistas en la misma bolsa.
No hay que ser un sabiondo para acceder a la certeza de que los infantiles errores como visitante fueron un mazazo a la esperanza. El toque de atención había sido en la fase de grupos en tierras brasileñas, donde tantas desconcentraciones y confusiones de táctica nos devolvieron un 0-3 que pensamos había servido para despabilar. Pero nó, el mata o muere no dá espacios al más mínimo error. Contra los aztecas, si bien la diferencia no debió haber sido tan amplia en el marcador, la decisión de jugar al achique -por ejemplo- trajo consecuencias nefastas. Se sabía que la vuelta tenía que ser con características de hazaña, de milagro. Nada imposible, por cierto, la historia del fútbol es testigo de remontadas épicas en varios episodios. Todo estuvo a la altura; el color, el calor, la multitud, las arengas, los banderazos previos, la fé y la esperanza no se perdían de ningún modo. El gol tempranero alimentó ese sueño, las innumerables situaciones de gol hicieron creer que iban a llegar los necesarios, la entrega fue total y absoluta, irreprochable en este partido, cuestionable en el mencionado de ida. Hubo lágrimas en el campo y muchas más en las tribunas. Como arena entre los dedos se iban los sueños de conquista, la desazón se apoderó como nunca de un tiempo hasta parte. Cuando estábamos seguros de tener un Plantel grandioso para luchar hasta el final, el camino se bloqueó antes de tiempo. Mucho antes de tiempo. Muchísimo, en relación a la expectativa generada. Habrá que barajar otra vez, intentarlo de nuevo, caerse y volver a levantarse. Habrá que ver con que actores; quizá habrá ciclos cumplidos, seguramente deberán hablar entre ellos y comprometerse de otra forma con la causa. Bassedas, Gareca y los dirigentes deberán sentarse y planificar con otra brújula, cambiar el sentido de la marcha.
Lo inmediato, es ganar los próximos dos partidos del Clausura para volver a jugar un torneo internacional. Nuestra grandeza requiere participar en todo lo que se dispute y hacerlo con toda la dignidad y la autoridad posible. No hay consuelo para tanta angustia. Empezemos a cicatrizarlo alentando desde al sábado. Volver a empezar. Aunque no se olvide jamás este fracaso.

Semana nefasta

Daniel Ortíz — Wed, 07 Apr 2010 16:02:58 +0000

De tanto sentirnos en la cúspide, cuando la mala llega, duele más de lo esperado. El golpazo afecta, el simbronazo se siente en la médula. Vivimos una semana pasada bastante nefasta en cuanto a resultados y rendimientos. Cuando no se está acostumbrado -quedó dicho- los reproches aparecen al por mayor, los cuestionamientos se multiplican, las exigencias se acrecientan porque si somos los mejores hay que demostrarlo.

La notoria baja de rendimientos individuales, la merma en la producción general, enciende la alarma y pone pies sobre la tierra. En Mendoza tácitamente nos despedimos del Clausura aunque todavía falte, porque no estuvimos a la altura de un partido que ameritaba al menos una pizca de fútbol para aventajar a un adversario que solo corre y presiona. Antes, en tierras brasileñas, sucumbimos feo en una instancia que todavía no nos apremia del todo, pero que sienta un precedente de cara al futuro cuando los pleitos se definan en partidos de ida y vuelta.

A reaccionar, Vélez querido. Jueves y domingo, ante rivales encumbrados, es la oportunidad de pegarle una lavada de cara a la imágen mostrada la semana anterior y luego sentarse a ver que pasa. El sueño del pueblo, esa Copa que obnubila y obsesiona, aguarda luego para remachar la clasificación a octavos y ahí sí sacar a relucir toda la fiereza de La Era del Tigre. Critiquemos constructivamente pero sin pasarnos de la raya, tengamos memoria, exigamos el compromiso de siempre, alentemos en las buenas y en las malas, sigamos confiando y nunca perdamos la ilusión. Enterremos lo nefasto y volvamos urgente a la panacea.

Ponga huevo Fortín, vaya al frente.