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Hora de pensar

Marisa Pontieri — Sat, 10 Mar 2012 12:12:26 +0000

Un goleada seca encendió el alerta en Quito, tan lejos y tan alto, acerca de lo que le falta a este Vélez para consolidarse como un gran equipo. Y fue seca porque molesta más que lo que duele, porque no tiene tintes de humillación sino de injusticia. Es que el Fortín quizás ni siquiera mereció perder con Deportivo Quito. Tanto como que, en ese contexto, es imposible ignorar un 0-3 como señal de nesesidad de parar la pelota y ponerse a pensar.
De todas formas, será imposible soslayar que la fortuna se ausentó para el grupo en Quito. Desde la lesión de Augusto, los goles recibidos en momentos claves, mediante un penal inventado y un aislado pero carísimo error de Barovero, probablemente influenciado por la altura. Sin embargo, y aunque resulte muy difícil, el equipo quedó en deuda de actitud en el segundo tiempo, después de ese primero en el que Gareca acertó en superpoblar de cincos el mediocampo, apostando a dominar con desgaste mínimo, y marginando a Zapata y el Burrito, los históricos más alejados de su nivel. En esos 45 minutos en el que Vélez se ausentó del partido, faltó creer. Fueron más de veinte minutos entre el segundo y el tercer gol rival, carentes de ideas, de intentos aunque fueran desde lejos, y conteniendo la vana espera de ver toda la carne en el asador para renovar aires cuando aún era posible torcer la historia.
La Copa demostró una vez más lo traicionera que puede llegar a ser. La noticia será dura, que Vélez fue goleado por un equipo netamente inferior sin entrar en detalles, aunque justamente en ellos habrá que bucear para encontrar las responsabilidades que se le pueden achacar al equipo. Urge una maduración colectiva, más actitudinal que futbolística, para que partidos como este no estén cerrados a los dos minutos del segundo tiempo, más allá del éxito o el fracaso final. Ese es el gran punto a mejorar.
MP

Suma y sigue

Marisa Pontieri — Thu, 08 Mar 2012 02:47:06 +0000

Aunque en el fútbol el único capaz de dar razones o quitarlas es el tiempo, resulta difícil imaginar que el punto que Vélez rescató de Floresta, jugando su fútbol más flojito del año, no será útil en el futuro. Podrá haber después otras pérdidas más sensibles, como bien atestigua el pasado, de partidos que se debieran ganar pero se empatan, o de otros que se escapan en paridad de desarrollo. No habrá entonces que quejarse cuando se es superado y se empata ante rival y en cancha difíciles. Aunque se pierda transitoriamente la punta o se desdibuje la impecable imagen que acostumbra dar el equipo.

Pormenorizar lo sucedido ante All Boys implicará remarcar desaciertos hasta de algunos que no venían cometiéndolos, como Cerro en la recuperación, Papa en la transición entre defender y atacar o la zaga central en su acople para marcar. De otros, como Zapata o el Burrito Martínez, ya se ha dicho demasiado y siguen sin levantar. Apenas Barovero se salvó del todo, acompañados por los ingresantes Canteros y Cabral, e Insúa, Augusto y Obolo a medias, alternando alguna intervención valiosa con el choque constante contra la asediante presión de un rival meritorio en su escenario más favorable. Lo más resaltable, una vez más, fue lo colectivo, que otorgó el plus necesario para permitirse llevarse algo de su peor versión.

El sábado, al fin y al cabo, dejó su lado bueno. Es preferible mostrar puntos a corregir empatando en un semestre que recién comienza y no perdiendo en una instancia avanzada y definitoria. Esto permite concientizar al grupo para mejorar lo que falta y subrayar las virtudes, que sobran. Mientras, el Fortín sigue peleando por todo.

Despeinados

Marisa Pontieri — Wed, 29 Feb 2012 01:52:36 +0000

Para no olvidar de que el rival también juega, que el cansancio pasa factura y que las lagunas pueden traer consecuencias, Vélez terminó sufriendo para ganarle a Arsenal. Quizás, lo más justo para con el grupo, que ya empezó a sentir el ritmo de los frentes varios, sea centrarse en todo lo que mostró entre el primer tiempo y el inicio del segundo y no lo del tramo final, en donde no mereció sufrir tanto si no fuera por la excelente pegada de Luciano Leguizamón.

El libreto inicial del equipo fue el de siempre: la paciencia, la confianza y el zarpazo certero a la hora de atacar. Ejecutado perfectamente con ese Augusto Fernández de diestra hábil y zurda goleadora, con la entrega de Cerro y con el peso de Obolo en ambas áreas, pese a no haber podido convertir por primera vez en 2012. Pero aún en esos mejores momentos del trámite volvieron a aparecer Cubero y el Burrito como puntos bajos. A Poroto se le puede pedir más oficio y más concentración para no ser siempre el que corre desde atrás a los rivales, pero a Martínez directamente se le exige más fútbol. Con él sucede algo extraño: ahora, que está empezando a jugar siempre tras su intermitente último semestre, le sobra confianza y le falta pragmatismo. Frustra ver a un jugador que puede aportar tanto empeñarse en superar a tres rivales con su habilidad y perder tantas pelotas por no entregarlas a tiempo.

Lo que vino después, en la parte más oscura de la noche, fue un quedo con algo de mala fortuna, aunque no la suficiente como para echar por la borda todo lo anterior. Se perdió el balón en el medio, se retrocedió de más y los aciertos de Arsenal hicieron el resto. Esta vez, el Fortín perdió el camino al final y no al principio, y no pudo ganar como quiso, sin despeinarse. Más bien quedó algo arremolinado, pero entero, con la tropa intacta, y en donde merece estar por lo que hizo hasta ahora: en la cima del campeonato.

Demoledor

Marisa Pontieri — Sun, 26 Feb 2012 11:23:23 +0000

Otro pequeño paso, con la grandilocuencia de la goleada, dio el Vélez modelo 2012 rumbo a sus sueños. Falta muchísimo por recorrer, pero siempre es positivo sumar confianza apoyados por triunfos. Más como contra Chivas, un equipo que se mostró duro durante buena parte del trámite y acertó al cortarle al Fortín sus circuitos ofensivos desde el mediocampo. Circuitos que todavía, por el nivel fluctuante de un Burrito Martínez que sabemos lo que puede dar al máximo, no están al tope de su potencial, algo que se oculta detrás de la polvareda que levanta su poder en las redes.
Los avances por el lado de Cubero desnudaron lo que todos sabemos de memoria: Poroto no es la mejor garantía en la marca, es superado demasiadas veces, y tampoco aporta demasiado en ataque como Papa lo hace por la izquierda. Pero en la Copa también suma la chapa, la experiencia y jugar al límite, algo que el marplatense puede aportar más que el prolijo Tobio. Qué le conviene al equipo en función de cada desafío dará tela para cortar en los debates venideros. Y también habrá que tener cuidado con las reacciones de Ortiz, quien contra los mexicanos recayó en sus berrinches con la fortuna de no sufrir consecuencias. Un llamado de atención no le vendría mal, para evitar males mayores.
Después, todos se iluminaron. Cerro, Augusto, un Insúa en alza, el goleador Obolo, hasta Pratto en su debut… Apenas Zapata y Martínez quedaron en deuda, aunque otras brillantes actuaciones hicieron pasar sus altibajos desapercibidos. Ojálá que con el correr de los partidos se pueda recrear en parte el potencial del Vélez primer semestre 2011: que con que un par se enciendan por un rato el resultado sea demoledor. Por ahora, la fórmula funciona así. Habrá que trabajar entonces para ser más regulares dentro de los 90 minutos y, también, estar preparados para que alguna vez esos asedios rivales se reflejen en la red pero no en la propia actitud para llegar a demostrar supremacía. ¿Terminaba 3-1 ayer el partido si Chivas embocaba alguna pelota al principio? Pensemos que sí, mientras seguimos disfrutando de este presente.

Agitando el avispero

Marisa Pontieri — Sun, 19 Feb 2012 08:42:48 +0000

Después de semejante despliegue, al Vélez que goleó a Banfield le caben poco más que aplausos. Tanto, que para encontrarle algún punto que objetar habría que remontarse a esos minutos iniciales en los que le costó salir ante la presión rival, más allá de que aún entonces vivió pocos aprietos serios (peor la pasó después, cuando ganaba cómodo y apareció el enorme Barovero para salvarlo) y siempre sobrevoló la impresión de que tarde o temprano iba a sobreponerse y demostrar su superioridad.
La mejor noticia del partido, además del resultado, fue la gran mejoría del Burrito Martínez. Sin las intenciones de traspasar a tres rivales en un solo avance y mucho más preciso, resultó útil al extremo para romper la defensa y lanzar centros que terminaron en las redes contrarias. De Augusto y Zapata poco más se puede agregar; se lo vio más cómodo a Cerro, y aún siento muy personalmente que al Pocho Insúa le falta claridad para saber cuándo largar la pelota, cuándo hacer la pausa y cuándo encarar. Extraño al Mago Ramírez porque, más allá de que muchas veces peca de displicente, es más desequilibrante. Y qué decir de Obolo: tres partidos, tres goles.
Ojalá que estos cuatro goles que nos dejaron la garganta seca y la panza llena de fútbol sirvan para mostrarles a los protagonistas de lo que son capaces, sin olvidar lo que todavía falta por mejorar, sobre todo en el acople de la última línea y los volantes de marca. Por lo pronto, cada estocada clavada en el Sur ya volvió a agitar el avispero del prójimo -algunas veces con títulos increíbles*-, que empieza a ver a Vélez como candidato a amargar a algún que otro caballo de comisario. Nosotros sigamos ilusionados pero en silencio. Que esto recién empieza.

MP
* No se debe hacer periodismo de periodistas, pero vean esta nota e indígnense como yo:
http://www.clarin.com/deportes/imitar-Boca-busca-triple-objetivo_0_648535307.html

Dos puntos menos, un punto más

Marisa Pontieri — Fri, 17 Feb 2012 08:20:28 +0000

Que Vélez tendría que haberle ganado a Godoy Cruz es algo de lo que no caben dudas. Por ser local, por la actuación de un pésimo árbitro que cada vez que pisa Liniers da que hablar (mal) y también por un juego en el que estuvo mucho más cerca de convertir. Pero es cierto que, aunque le hubiese alcanzado para ganar, el Fortín estuvo lejos de jugar bien, entiéndase eso por costar la pelota en el medio, saber distribuirla y contar con las ideas suficientes arriba para romper con una defensa cerrada, propia de un rival al que le gustaba más el empate que el dulce de leche.
El equipo jugó mecánicamente, casi de memoria, aunque los intérpretes carecieron de claridad como para darse cuenta de que, si no hay sorpresa (o al menos tiros al arco) difícil va a resultar terminar dentro del arco con pelota y todo. Cómo se extraña al Burrito Martínez que sabía cuándo largar la pelota y que no terminaba enredado entre las piernas de tres o cuatro marcadores, cuánta falta hizo Tito Canteros en la recuperación y un Pocho Insúa que no aportara los mismos vicios que el peor David Ramírez, otro que cuando se confunde se quiere gambetear hasta al réferi (aunque en el caso de ayer quizás tenía algo más de sentido). Igual, Mago, te vamos a extrañar.
De todas formas, el duelo frente al Tomba también dejó puntos altos en entrega, como la del Chapa Zapata o la de Augusto Fernández, que debió lidiar con la superpoblación defensiva que le plantó el rival por su sector y, aunque chocó contra ella, se las arregló para ser vital en ataque. Lo más reprochable en conjunto fue el escaso cambio de ritmo, volumen de juego y búsqueda del arco contrario. Habrá que entender que no todos los partidos se ganan por decantación.
De todas formas, el mensaje final siempre merece ser alentador. Este fue uno de esos encuentros de dos puntos menos, pero falta mucho para saber cuánto lo lamentaremos al final. Mientras tanto pensemos que, con Pitana en una tarde así, podemos abrazarnos por un rato al punto que sí se ganó.
MP

Madura el nocaut

Marisa Pontieri — Fri, 10 Feb 2012 10:25:01 +0000

No cualquiera vuelve de la pretemporada, debuta en la Copa Libertadores de visitante y gana 3-0. Hoy, podemos disfrutar de que Vélez lo haya hecho posible frente a Defensor Sporting y logre tomar impulso en esa goleada para profundizar sus puntos fuertes y buscar su mejor versión, ésa que exhibió desde la mitad del segundo tiempo hasta el final del partido.
Sin embargo, el gran mérito del Fortín fue haberse adaptado a las características batalladoras de su rival y armar una estrategia de cabo a cabo del desarrollo. Aguantó cuando tuvo que aguantar, no dudó en ceder protagonismo cuando le costaba armar juego pero supo esperar lejos de su arco, más allá de que la falta de recursos para la puntada final entre los uruguayos lo ayudó en ese aspecto. En lo colectivo, el planteo fue inteligente y eficaz, apostando con éxito a hacer madurar el nocaut en cuanto el adversario hubiera hecho todo el gasto y ya no tuviera respuesta.
Gracias a todo ello es que las falencias individuales no impactaron en el resultado. Otra vez Cubero se hamacó en la cuerda floja y a Papa se lo vio perdido entre defensa (sobre todo frente a Rolan) y ataque, aunque fue encontrando su lugar con el correr de los minutos. Al medio también hubo que esperarlo para que entre en sintonía, con un Cerro que terminó mejorando y un Zapata fuera de ritmo, a lo que arriba se sumó el Burrito Martínez, aún muy alejado de su nivel. Cuando entraron Insúa y Cabral, también aportaron un cambio interesante, con más salida e ideas. Comentario aparte para el Mago Ramírez, que si bien no se salvó de la laguna inicial, apareció en un momento clave en el devenir del partido. Eso ya vale los elogios. Y otro para Seba Domínguez por su sorprendente pegada en el broche de oro de la noche.
Al final, y con semejante marcador, no queda otra opción más que atribuir los momentos de duda al impacto de la pretemporada. Menos mal que, aún con ellos, el Fortín pudo hacer valer sus enormes virtudes y potencialidades. Su personalidad y mística copera ya lo acompaña también en 2012.
MP

La duda y la ilusión

Marisa Pontieri — Wed, 11 Jan 2012 05:43:54 +0000

Con el plantel completo, este Vélez versión 2012 puso primera. Como siempre, habrá que esperar la puesta a punto como requisito para alcanzar su mejor imagen, aunque resulta imposible no ser optimista, sobre todo por las joyas que hasta ahora no amagan con irse (a esconder al Burrito y a Augusto de los dólares del exterior) y las incorporaciones. Y justamente, son los refuerzos quienes encarnan los sentimientos que predominan por estos tiempos: Insúa es la duda y Obolo, la ilusión.
El Pocho claramente fue quien más dividió las aguas antes de su contratación, por edad y por sus antecedentes inmediatos, entre fallidas vueltas al fútbol argentino y su última incursión en la liga de Turquía, algo que suena demasiado lejano y no sólo por distancia. ¿Podrá volver a ser el Insúa de los buenos tiempos? Por lo menos se sabe que en Vélez va a tener un buen contexto para lograrlo.
Paradójicamente por sus discretos anteriores pasos por Vélez, Obolo contó con más quorum entre los hinchas. Claro, la madurez de un goleador puede darse más tarde que temprano y su reciente paso por Arsenal lo apuntan como la cabeza de área que le falta al equipo desde que se fue Silva. Con él, la actuación del Fortín en el mercado de pases pasó a ser del todo buena. Pero claro, este es el panorama a priori y cuando ruede la pelota todo podrá cambiar en un segundo. Es lo lindo del fútbol.
MP

Felices fiestas

Marisa Pontieri — Mon, 02 Jan 2012 01:48:36 +0000

Ahora sí, en vísperas de Nochebuena, llegó la ansiada paz a los hogares velezanos. Es que, después de terminar una temporada con orgullo por lo demostrado en el plano futbolístico, sólo quedaba resolver el gran asunto de la continuidad del Tigre Gareca. Por fortuna, la voz del hincha fue escuchada desde la cúpula y se hicieron los esfuerzos necesarios para retener al gran impulsor del proyecto. Y por fin el brindis puede ser completo.
Ya habrá tiempo de meterse de lleno en el rubro incorporaciones e imaginar el Vélez que queremos ver en la cancha el año que viene. Por ahora disfrutemos, que las esperanzas están renovadas. Con la tranquilidad del deber cumplido en este 2011 que se va, todo Vélez se merece pasar unas felices Fiestas.

El proyecto y su líder

Marisa Pontieri — Sun, 18 Dec 2011 14:18:25 +0000

Con el final que todos queríamos en el bolsillo, mostrando que aunque no se juegue nada Vélez pone todo en la cancha sólo por el color de su camiseta, llega el momento de respirar tranquilos y empezar a pensar en el Fortín versión 2012, ése en el que depositamos nuestros sueños a partir de ahora y al que le meteremos presión para que pelee por la Libertadores.

Mientras los dirigentes intentan retener a Bassedas, nuestra obligación como hinchas será, hasta este viernes para el que se espera el anuncio oficial, seguir demostrando con orgullo cuánto queremos que se quede Gareca. Es que, aunque la directiva se encargue de dar mensajes optimistas acerca de su continuidad, no podremos dormir tranquilos hasta que sea un hecho, hasta que el mismo Tigre se digne a complacernos con lo que queremos escuchar.

A partir de entonces, sí, podremos soñar despiertos con el Vélez que queremos para el próximo año. Si los equipos se arman de atrás hacia adelante, los proyectos se delinean desde la cabeza para abajo. Y en este, no nos puede faltar el mejor líder posible, ese Tigre que sabe pensar sin olvidar su corazón.